1. ¿Quién de es la mujer y quién el hombre?
Pues bien, en nuestro caso resulta que somos dos hombres o dos mujeres. Es el principio básico de la homosexualidad. Aquí no hay un rol de hombre y otro de mujer
2. ¿Te han penetrado alguna vez?
Es tan absurdo como preguntarle a tus amigas si las han penetrado alguna vez, ¿acaso le pregunto yo a tu novia o mujer si la han penetrado alguna vez? Es algo tan inoportuno que deberías pensar antes de preguntarlo.
3. ¿Has probado a acostarte con una mujer?
En este caso la pregunta depende del contexto, si se hace como curiosidad vale, pero si la pregunta parece tu solución a ‘mi problema’ te diré :“¿Has comido caca para saber si te gusta?”. Pues esto es igual, hay cosas que uno sabe que no le gustan sin haberlas probado.
4. ¿Naciste gay o te hiciste?
Esta pregunta se la hacen sobre todo a personas que hayan mantenido relaciones heterosexuales antes de desarrollar su homosexualidad. Como siempre decimos, cada persona es un mundo, y cada caso es particular. No obstante, sean cuales sean las circunstancias de cada uno, es sumamente impertinente preguntar si eres “gay por vicio” (como designan algunos heteros a este tipo de gays, para diferenciarlos de los que “nacen”). En nuestra humilde opinión, cada uno desarrolla su homosexualidad a su debido tiempo y dependiendo de las circunstancias que rodeen su caso, pero el vicio y el aburrimiento no nos parecen los detonantes.
5. ¿Pero te gustaría ser una mujer?
No, me encanta ser un hombre, si desease ser una mujer sería transexual. Transexualidad y homosexualidad son dos cosas completamente distintas. La primera hace referencia a la identidad de género, y la segunda a la orientación sexual. De hecho se puede ser transexual y homosexual, si fuera mi caso –que no lo es– me sentiría mujer y me gustarían las mujeres.
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